La gran mayoría de hoteles y casas rurales de Cabo de Gata están diseñadas para integrarse perfectamente al paisaje del Parque Natural y adaptados a su filosofía y comprometidos ecológicamente con el entorno natural. Son lugares pensados para relajarse y desde donde poder disfrutar de un lugar privilegiado, ya sea pasando el día en alguna de sus playas o calas o disfrutar paseando por los singulares paisajes de Cabo de Gata.
Hay cuatro tipos de alojamientos principales: pequeños hoteles, casas de alojamiento rural, apartamentos en alquiler y camping.
Los hoteles no son muy grandes, con un trato más cercano al cliente y una atención personalizada. Los hoteles están especialmente indicados para aquellas personas que quieren disfrutar de su estancia dentro de un pueblo y cerca de las playas sin tener que coger un coche para desplazarse hasta las mismas. Los principales pueblos con hoteles son San José, Agua Amarga, Las Negras y fuera del Parque Natural: Carboneras y El Toyo.
Los alojamientos en casas rurales se encuentran a las afueras de las ciudades, o algunos incluso, en medio del campo y totalmente aislados. Acostumbran a ser construcciones bajas de una o dos plantas, imitando el estilo del típico cortijo de Cabo de Gata: paredes blancas, aljibes de agua, etc. Son especialmente indicadas las casas rurales para aquellos viajeros que buscan desconectar y relajarse con la tranquilidad del Parque Natural.
En los pueblos también tenemos la posibilidad de alquilar un apartamento. Normalmente estos negocios los llevan particulares y suelen alquilarlos por una estancia mínima de una semana. Como ya se sabe entre las ventajas del alquilar un apartamento está en que puedes estar como en tu propia casa, y entre las desventajas que tú mismo has de ocuparte de la limpieza. En los pueblos grandes será donde encontraremos más oferta de alquiler.
En Cabo de Gata sólo hay tres Camping, uno está situado cerca de Las Negras, otro en las afueras de la barriada de Cabo de Gata y también hay uno en la zona de Los Escullos. Al existir tan poca oferta de alojamiento en camping estos acostumbran a llenarse en temporada alta.
Las construcciones típicas del Parque Natural mantienen un gran parecido con las viviendas de otras partes de la costa mediterránea. Los muros exteriores están encalados dándole el típico color blanco a las paredes. Son muros gruesos que mantienen la climatización del interior de la vivienda, construidos con piedras y una mezcla de cal y arena para unirlas, y con pequeñas aberturas hacia el exterior para evitar el exceso de luz.
Son edificios de escasa altura, planta rectangular, líneas suaves y ausencia de aristas. Las cubiertas son planas para poder aprovechar la poca agua de lluvia que precipita en esta región.
Los interiores son igualmente encalados o enyesados, y todas las estancias giran entorno a la cocina que se convierte en el eje de la casa, lugar donde antaño se realizaban labores típicas del campo y servía como lugar de relación social.
Una de las principales construcciones y convertida en enseña de Cabo de Gata son los cortijos, algunos de ellos reconvertidos en alojamientos rurales.
El origen de los cortijos se remonta a la época de los romanos cuando se construyeron estas casas rurales para la explotación agrícola y ganadera del terreno. Posteriormente estas construcciones recibieron influencia de las culturas que habitaron esta tierra, siendo de especial importancia la huella musulmana en los cortijos de esta zona.
Los cortijos están formados de un vivienda principal a la cual se le fueron añadiendo edificios a medida que crecía. De especial interés son las dependencias adosadas o construidas en las inmediaciones como son: la capilla, el horno, las albercas, acequias, la era, norias o molinos. Un cortijo muy representativo de la zona es el Cortijo del Fraile.
Otro tipo de vivienda habitual en Cabo de Gata son las casas de los pescadores. En el parque aún existen dos lugares paradigmáticos de lo que es un poblado pesquero, La Isleta del Moro y La Almadraba de Monteleva. Son núcleos formados por casas blancas donde las calles desembocan en la playa, lugar donde podemos encontrar las barcas varadas en la arena junto a los enseres de pesca.
En Las Negras y la barriada de Cabo de Gata también podemos encontrar casas de pescadores, pero sus núcleos urbanos han crecido y su principal fuente de recursos ya no es la pesca sino el turismo.